Filosofía
Un vino natural de gran calidad sólo puede elaborarse con uvas de gran calidad, por lo que creemos que nuestros enólogos deben pasar tanto tiempo en los viñedos como en la bodega. El papel de los enólogos consiste en guiar el proceso, dejando que la naturaleza siga su curso, es decir, un proceso de tres etapas:
- 1. El cultivo de la uva
- 2. Transformar la uva en vino
- 3. Envejecimiento, embotellado y etiquetado de este vino
Este emocionante proceso llega a su fin cuando se descorcha y se empieza a verter el vino en una copa.
Desde la viña hasta la botella, nuestra filosofía vitivinícola se basa en la calidad, frente a la cantidad. Creemos que esta es la razón por la que Quinta dos Vales se ha convertido rápidamente en el principal productor de vino de la prometedora industria vinícola algarvía.
Nuestro enfoque es simple pero directo. Un buen vino debe tener su origen en el viñedo, ya que sólo las uvas perfectas producirán un vino real y natural.
En este sentido, nuestro principal reto es interactuar con todas las influencias infinitamente variables e interconectadas de los minerales del suelo, la luz del sol, el agua, la temperatura, la variedad de uva y las respuestas que cambian a diario de una vid viva, equilibrando sus frutos, hojas y raíces. Los sistemas naturales son muy complejos e imprevisibles, pero una vez conseguido esto, comienza el trabajo en la bodega.
El trabajo en la bodega requiere muchos conocimientos técnicos, pero todo se basa en el estricto principio de que nuestra función es únicamente ayudar a las uvas a desarrollar su mejor potencial. Se evitan los aditivos siempre que sea posible. Todo lo que hacemos en la bodega es utilizar la tecnología moderna para extraer lo mejor de las uvas y convertirlas en el mejor resultado natural que las respectivas variedades pueden ofrecer.