Si le gusta tomarse unas vacaciones y disfrutar de lo mejor de la vida (buen tiempo, mucha cultura e historia, playas y montañas preciosas, comida deliciosa y vinos aromáticos), Portugal es su destino. Aunque las playas de Portugal son bien conocidas, también encontrará pueblos pintorescos, ciudades deslumbrantes y una rica vida cultural que le sorprenderá. Así que haga las maletas y viaje a este hermoso país.
El clima de Portugal es soleado y suave desde finales de abril hasta finales de octubre, perfecto para relajarse en la playa. Julio y agosto son los meses más calurosos y ajetreados, sobre todo en el Algarve, pero encontrar un pueblo tranquilo lejos del bullicio no es un problema demasiado complicado.
La época perfecta para visitarlo varía en función de lo que le guste hacer y del tiempo que prefiera, pero como tiene un clima agradable todo el año, puede estar seguro de que encontrará una región fabulosa que explorar en cualquier época del año.
Portugal es un país pequeño y las distancias a recorrer nunca son largas. Sin embargo, el coche es la mejor forma de desplazarse durante un tiempo limitado y, salvo en Oporto, el aparcamiento suele ser gratuito o nominal y hay que pagar peaje en la mayoría de las principales redes de carreteras. Si no se conduce, los trenes conectan todas las grandes ciudades de Portugal y casi todas las líneas de autobús, pero conviene estudiar bien los horarios para minimizar los tiempos de espera.
En cuanto al alojamiento, hay muchos hoteles, complejos turísticos, Airbnb y alojamientos privados para que se sienta como en casa. Cuando visite el Algarve, no deje de visitar una de las fincas vinícolas más antiguas de la región, que también cuenta con increíbles villas y apartamentos disponibles para alquileres a corto o largo plazo: Quinta dos Vales promete una estancia memorable en un lugar tranquilo y apacible, rodeado de viñedos y naturaleza. Es el lugar perfecto para pasar unas agradables vacaciones y probar el vino y la gastronomía de la región.
Dada la vasta costa atlántica del país, el marisco es insuperable en Portugal, con los platos locales de cerdo en segundo lugar. La mayoría de los restaurantes traen a la mesa tapas ligeras mientras se hojea la carta. Es habitual que se añadan a la cuenta, así que si no le apetece comerlas, déjelas sin tocar. A diferencia de lo que ocurre en otras partes del mundo, el vino de la casa suele ser estándar, lo que significa que no hay que optar por una botella con nombre propio, mientras que las cervezas y licores locales son, lógicamente, más baratos que las importaciones internacionales y de la misma calidad.
El vino portugués es algo que no debe perderse en sus vacaciones, ya que su popularidad está creciendo en todo el mundo desde hace bastante tiempo. Portugal es el undécimo productor mundial de vino y, teniendo en cuenta lo pequeño que es su territorio, es todo un logro.
Este texto fue publicado originalmente en: Portugal Resident
Traducido con Deepl.com
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